Desinformación sin freno: la alfabetización mediática es cada vez más urgente

iCmedia y Secot impartirán sesiones gratuitas para concienciar a jóvenes y mayores de los peligros de difundir noticias falsas en las redes
Roberto Ledo
(Texto y fotos)
Ante la creciente amenaza de la desinformación en el entorno digital, cada vez es más urgente una acción coordinada para fortalecer la alfabetización mediática y dotar a la ciudadanía de herramientas críticas. La inmediatez informativa y la proliferación de bulos demandan protocolos claros y una educación continua para navegar con criterio en el océano de datos.
Así se puso de relieve durante la presentación en Vigo de la campaña “Stop bulos: frena la desinformación” impulsada por iCmedia Galicia y Secot. El acto se celebró este miércoles en la Hemeroteca de la Escola Municipal de Artes e Oficios (EMAO) y contó con la participación de Tesa Díaz-Faes, presidenta de Dircom Galicia y de la Asociación de la Prensa de Vigo; María Méndez, presidenta de la Asociación de Periodistas de Galicia (APG), entidad colaboradora; Ramón Santorio, presidente de Secot Vigo; y José Ángel Otero Ricart, presidente de iCmedia Galicia. Todos ellos coincidieron en la urgencia de dotar a la ciudadanía, y especialmente a los jóvenes, de las herramientas necesarias para evitar la difusión de noticias falsas y frenar la desinformación.

De izquierda a derecha, José Ángel Otero, María Méndez, Tesa Díaz-Faes y Ramón Santorio.
Tesa Díaz-Faes fue contundente al señalar la necesidad de establecer protocolos de comunicación de crisis robustos. “Debemos anticiparnos a estas situaciones”, afirmó, ilustrando su argumento con ejemplos recientes de desinformación global que afectaron a figuras como Trump o el Papa Francisco. Para Díaz-Faes, presidenta de Dircom Galicia, la alfabetización mediática emerge como un escudo fundamental contra la desinformación, debiendo inculcarse desde la infancia y mantenerse a lo largo de la vida. Sus consejos prácticos resuenan con sentido común: no reenviar contenido anónimo, priorizar las fuentes oficiales, fomentar el pensamiento crítico en los más jóvenes, verificar las credenciales en redes sociales y desconfiar de promesas inverosímiles. La también directora general de Mundinova concluyó con una poderosa metáfora: “Compartir sin verificar es como lanzar una piedra al agua, las ondas se expanden y el impacto es impredecible”.
Jóvenes, vulnerables a la desinformación: urgen herramientas para un consumo crítico
En la misma línea, María Méndez, presidenta de la Asociación de Periodistas de Galicia, aportó datos reveladores sobre la vulnerabilidad de la sociedad ante la desinformación. Citando la herramienta Maldita, señaló que un 26% de los españoles se sienten poco capaces de identificar bulos, y solo un escaso 14% confía plenamente en su discernimiento. Un estudio del Parlamento Europeo, según Méndez, subraya que esta dificultad persiste incluso entre jóvenes y expertos digitales. Sin embargo, la presidenta de los periodistas gallegos también destacó un rayo de esperanza proveniente de un estudio que revela la confianza que los españoles depositan en los medios tradicionales (televisión, radio, prensa digital e impresa) como garantes de información veraz. De ahí su conclusión: “Es necesario reeducar y educarnos en la necesidad de localizar en estos canales la información real”. Méndez no dudó en felicitar a iCmedia por su labor al señalar problemáticas cruciales para la sociedad y los profesionales de la información.

Los ponentes, tras el acto de presentación de la campaña “Stop bulos: frena la desinformación”.
La preocupación por los jóvenes y su relación con las Redes Sociales fue un eje central en la intervención de Ramón Santorio, presidente de Secot Vigo. Su diagnóstico es inquietante: los jóvenes “absorben” sin filtros críticos ni éticos todo lo que les llega a través de las redes sociales, generando una “adicción” a informarse en estos canales, donde depositan su confianza. Santorio alertó sobre la “soledad no deseada” que provoca este aislamiento en el mundo virtual, con la consecuente desconexión del entorno físico y problemas familiares y de amistad. “Ellos no son conscientes, pero peor todavía es que no lo admiten”, lamentó. Su apuesta pasa por dotar a las nuevas generaciones de herramientas para moderar el uso de la tecnología con criterio, rompiendo la “espiral silenciosa” que impide abordar estos peligros. El objetivo final, según Santorio, es “fomentar una ciudadanía activa y crítica capaz de afrontar los retos de la era digital”.
Medios como baluarte contra las ‘fake news’: el desafío de recuperar la confianza
José Ángel Otero Ricart, presidente de ICmedia Galicia, contextualizó el problema recordando que la desinformación no es un fenómeno nuevo, pero sí se ha visto exacerbada por la inmediatez de las redes sociales, que multiplican su alcance de manera exponencial. Para Otero Ricart, la desinformación genera efectos nocivos como la polarización, el enfrentamiento constante y la proliferación del odio, al fomentar burbujas informativas donde cada individuo solo consume aquello que refuerza sus propias creencias. Su visión es clara: combatir la desinformación es una tarea que compete a toda la sociedad civil, sin esperar soluciones únicamente desde las instancias oficiales. En este sentido, anunció una colaboración entre iCmedia y Secot para impartir charlas en colegios y asociaciones sobre cómo luchar contra la desinformación, basadas en el proyecto europeo ‘Break the Chain’. Otero Ricart también advirtió sobre el peligro de la credulidad ante la inteligencia artificial y abogó por una asignatura escolar que enseñe a los jóvenes cómo funcionan los medios y las redes sociales. iCmedia ya ha puesto en marcha iniciativas concretas como una campaña de vídeos cortos para la protección del menor y la elaboración de un libro para jóvenes sobre los peligros de las redes sociales, en colaboración con colegios madrileños.