Decálogo del «influencer» responsable
Fausto Cacharela
Se habla mucho de los influencers. Todo el mundo quiere ser influencer: tener miles de seguidores en Youtube e influir en amplios sectores de la sociedad. De lo que ya no se habla tanto es de la responsabilidad que tienen, pues sus palabras –o sus imágenes– influyen en la conducta de todas esas personas que les siguen. Por eso es una magnífica iniciativa el Libro Blanco de la Influencia Responsable, que acaba de ser presentado en Madrid y que incluye un Decálogo de buena conducta.
Fruto de 40 entrevistas con representantes del ecosistema de la influencia digital en Europa, el Libro Blanco ha sido elaborado por iCmedia y Sic Spain 2, cofinanciado por la Unión Europea, con la colaboración de ISEM, NewLink y ConEse. El documento analiza las claves para fortalecer la credibilidad y transparencia de un sector que crece a nivel global y que triunfa sobre todo entre los jóvenes. Como señala Ana Sánchez de la Nieta en un interesante artículo en Aceprensa, el seguimiento de influencers es especialmente alto entre los jóvenes de 16 a 24 años. “La de influencer –comenta– es una profesión al alza. Según la agencia Signal Fire, hay 50 millones de creadores de contenidos (entre blogueros, youtubers, instagrammers, etc.). De ellos, algo más de dos millones podrían considerarse creadores profesionales”.
Decálogo del influencer responsable
El decálogo se divide en las cuatro áreas a las que un influencer ético y responsable debe prestar atención si quiere hacer su trabajo con profesionalidad:
• Ética, compromiso y transparencia en las relaciones
1. Ser transparente respecto a las relaciones comerciales asociadas a los productos o servicios que se promueven.
2. Respetar los valores de marcas, anunciantes, audiencias, plataformas y creadores de contenido.
3. Diferenciar entre opinión e información, aportando fuentes y evitando la desinformación.
• Profesionalización y autenticidad
4. Establecer y cumplir los acuerdos entre marcas, anunciantes, plataformas y creadores de contenido.
5. Ser auténtico y creíble.
6. Conseguir seguidores de manera profesional y ética.
• Cumplimiento de la regulación y autorregulación
7. Cumplir con los requisitos legales y la autorregulación en materia de publicidad e información.
8. Cumplir con los requisitos legales y la autorregulación en materia de protección de colectivos vulnerables y en especial de menores.
• Alfabetización mediática
9. Promover y divulgar buenas prácticas de influencia responsable en el entorno de influencia.
10. Participar en iniciativas encaminadas a la toma de decisiones informadas de las audiencias.
Además de señalar los riesgos en que pueden caer los influencers y cómo deben evitarlos, el Libro Blanco de la Influencia Responsable aporta también sugerencias de buenas prácticas para los usuarios, especialmente de los menores. Así, entre las soluciones que se proponen a los usuarios figuran la de sensibilizar a los menores y jóvenes del uso responsable de las redes y el respeto de otros usuarios e influencers; el uso de herramientas de control parental (Qustodio, Secure Kids, etc.); o promover el acceso a redes sociales en familia o espacios comunes.
El Libro Blanco de la Influencia Responsable se puede descargar desde la Web de Influencer Trust Project.
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