“Galicia bonita”, el reality bien hecho
Félix Caballero
No me gustan nada los “realities”, y mucho menos lo que vienen emitiendo en las diferentes televisiones españolas desde hace ya demasiado tiempo. El nivel de degeneración es cada vez mayor y parece que se no toca nunca fondo.
En este contexto, la TVG constituye una excepcion meritoria. Su programa “Galicia bonita”, que no deja de ser un “reality”, es francamente interesante y está muy bien hecho. No es la primera vez que la television autonómica emite un “reality” de producción propia que escapa a la basura generalizada. Estoy pensando, por ejemplo, en “La casa de 1906”, estrenado en octubre de 2006, centrado en la convivencia de dos familias gallegas durante dos meses en una vivienda situada en Irixoa (A Coruña) con las condiciones de vida de cien años antes. Este otro “reality” tenía en común con “Galicia bonita” su alejamiento del morbo, su carácter más bien cultural y el elemento de proximidad representado mediante el mundo rural.
“Galicia bonita”, cuya tercera temporada comenzó el 1 de marzo (se emite los lunes a las 22.30 por el primer canal de La Gallega), es una adaptación de los programa de reformas procedentes de los EEUU, pero muy bien hecha, por lo que no es raro que consiguiese enseguida el favor del público. Se trata de uno de los espacios más exitosos de la Televisión de Galicia. La temporada pasada alcanzó un 9,2% de cuota de pantalla, lo que supone 75.000 espectadores por programa.
En cada entrega, la arquitecta Rosa Facal Varela, especializada en la recuperación de entornos en el rural, recorre nuestra comunidad con un reto verdaderamente enorme: reformar en cinco días –sí, solo cinco días– una casa que represente un buen ejemplo del feísmo que, por desgracia, aún sigue siendo habitual en el paisaje gallego. Se trata, sin duda, de un tiempo récord, y para ello cuenta con un reducido equipo de colaboradores, formado únicamente por cuatro personas. El programa está producido por Lúa Ideas y patrocinado por la cadena de ferreterías Clickfer, que se encarga de suministrar el vestuario y los elementos de seguridad, así como todas las herramientas de ferretería necesarias para llevar a cabo las obras.
El carácter de “reality” se incrementa con la interactuación del equipo de trabajo con los dueños de la casa, que normalmente muestran su incredulidad ante la posibilidad de que los chicos de Rosa puedan terminar a tiempo todas las obras y con frecuencia se comportan de manera entremetida e impertinente. Las dificultades para finalizar a tiempo el trabajo y los conflictos entre los propios trabajadores y especialmente entre estos y los dueños de la casa constituyen, en definitiva, la trama de cada capítulo.
“Galicia bonita” tiene por objetivo –y aquí radica su principal mérito– promover los valores de conservación y cuidado del patrimonio arquitectónico en el rural, respetando el medio ambiente y la sostenibilidad. El equipo de trabajo emplea en cada reforma materiales de la tierra, como la piedra y la madera, e intenta también recuperar elementos tradicionales. Además se intenta fomentar el “hazlo tú mismo”, transmitiendo la idea de que la lucha contra el feísmo comienza reformando individualmente la vivienda propia.
En definitiva, un programa interesante, bien hecho y mejor intencionado, que puede resultar muy útil para el televidente.
Foto 1: Equipo del programa “Galicia bonita.
Foto 2: Grabación de uno de los programas.
El juego del calamar