Cien años de la primera superproducción del cine gallego

La película muda “La Casa de la Troya”, dirigida por Pérez Lugín, se estrenó en 1925 y llegó a triunfar en Nueva York
Fausto Cacharela
Diversos actos conmemoran en Galicia el centenario de la película muda “La Casa de la Troya”, basada en la novela del mismo título de Alejandro Pérez Lugín, que fue también el productor del largometraje y compartió la dirección del mismo con Manuel Noriega. El largometraje se rodó en 1924 en varias localidades gallegas, se estrenó en Madrid en 1925 y tuvo un gran éxito tanto en España como en América.
Como señala la musicóloga e investigadora Estíbaliz Santamaría, esta primera versión cinematográfica de “La Casa de la Troya” no solo es “una joya del cine español, sino también del audiovisual gallego, ya que fue filmada completamente en Galicia y es un tesoro por descubrir”. En concreto, la cinta se rodó durante el verano de 1924 en Santiago de Compostela, A Coruña, Vigo, Combarro, Betanzos, Pontedeume, Sada y Brión.
Estíbaliz Santamaría, que trabaja en la Florida International University, es una de las impulsoras de los actos que se están celebrando con motivo del centenario de la película tras haber descubierto una colección de imágenes exclusivas sobre el rodaje que forman parte de la muestra “Unha noite revelada”, expuesta en el Museo Casa de la Troya y que este miércoles, 3 de septiembre, se presentará en Madrid.

Rodaje de la película en Combarro. / Muestra «Unha noite revelada»
La música de una película muda
La investigadora descubrió el material hasta ahora inédito cando seguía la pista musical que el autor de “La Casa de la Troya” recogía en su novela. “Quería comprobar -señala Estíbaliz Santamaría- si la música que él narra a lo largo de la novela también se conservaba en la película, y Lugín, también como director de esta, es muy fiel a su obra”.
En declaraciones a “Faro de Vigo”, Estíbaliz Santamaría comentaba hace unos días que “hay una canción que marca el clímax tanto de la novela como de la película, envolviendo la historia de amor de los dos protagonistas, que es ‘Unha noite na eira do trigo’. Cuando se produjo el estreno de la película en Madrid, en 1925, fue cantada expresamente por la artista de moda de la época, Ofelia Nieto, y este tema también fue muy popular en América porque la película también viaja hasta allí”.

Pérez Lugín y los protagonistas durante el rodaje.
Restaurada hace 20 años
Protagonizada por Carmen Viance, Pedro Elviro, Florián Rey, Luis Peña y Juan de Orduña, “La Casa de la Troya” se proyecto en 1925 en varias localidades gallegas, fue aclamada en España y triunfó también en América, desde Buenos Aires a Nueva York. En Estados Unidos, donde se estrenó con el título de “College Boarding House”, tuvo el favor de un público que llenó por completo el Carnegie Hall de Nueva York durante las tres horas de proyección de la película. Hace 20 años, en 2005, el Centro Galego de Artes da Imaxe (ahora Filmoteca de Galicia) y la Filmoteca Nacional restauraron los trece rollos en los que se conserva la cinta.
Toda una superproducción del cine gallego, precursora del auge que viven en la actualidad las productoras gallegas. “La Casa de la Troya” fue una realidad gracias a la productora Troya Film, creada por el propio Pérez Lugín.

Una secuencia de “La Casa de la Troya”.
Una Galicia que ya no existe
Sin duda, el éxito de esta primera versión cinematográfica de “La Casa de la Troya” se debió en gran parte a los espectaculares paisajes de Galicia que incluye la película. Como apunta Estíbaliz Santamaría, “lo interesante es que gracias a la película podemos revivir una Galicia que ya no existe”.
La novela “La Casa de la Troya” fue llevada al cine en otras cuatro ocasiones. Tras el éxito de la primera versión, Hollywood estrenó otra en 1930, ya sonora y con un guion bastante retocado respecto a la novela. Se titula “In gay Madrid” y fue dirigida por Robert Z. Leonard. En 1936 apareció la primera versión sonora en España; dirigida por Juan Vila y Adolfo Aznar, y protagonizada por Tony d’Algy, Paulino Casado, Carmen Tierra y Dora Sánchez, a causa de la Guerra Civil su estreno no tuvo lugar hasta finales del 39.
Por otra parte, en 1947 se estrenó una adaptación mexicana de la novela de Pérez Lugín. La versión más famosa la dirigió Rafael Gil en 1959, con Arturo Fernández y Ana Esmeralda como protagonistas.