Marca de vida
Javier Maquieira
La productora Kendrick Brothers, de los hermanos Alex Kendrick y Stephen Kendrick, nos presenta una nueva película políticamente incorrecta, inspirada en una historia real «americana», cuyo propósito -como todo lo que producen- es tocar (sin molestar) el corazón de los espectadores a través del cine.
El título de la película en mi opinión da absolutamente en el clavo, puesto que trata sobre la vida de un joven de 18 años recién cumplidos (Raphael Ruggero), al que su madre dio en adopción nada más llegar al mundo. Es precisamente este acontecimiento (pues un nacimiento lo es) el que «marcará toda su vida».
La adopción y el embarazo no deseado son tratados en esta película con mucho respeto, comprensión y generosidad, por cada uno de los protagonistas. Por momentos, el argumento parece un poco forzado (pues todas las piezas encajan), aunque no por ello deja de ser creíble.
Dirigida por Kevin Peeples, me parece de interés subrayar también el protagonismo del padre adoptivo (Kirk Cameron), al que seguro muchos recordarán -su cara no ha cambiado mucho- por su éxito en la serie «Los problemas crecen», emitida en España a mediados de los 80. La película la distribuye European Dreams Factory.
El juego del calamar