Grandes cómicos del cine en dibujos animados
De Laurel y Hardy a Cantinflas, las series de animación han rescatado a algunos de los mejores actores cómicos del celuloide
Félix Caballero
Decía Buster Keaton que los dibujos animados acabaron con los cómicos del cine mudo como él. Y no le faltaba razón. Pocos, como Stan Laurel y Oliver Hardy (el Gordo y el Flaco), consiguieron hacer la transición al sonoro y sobrevivir a rivales tan formidables como el ratón Mickey. Pero los dibujos animados también vinieron a prolongar la popularidad de algunos grandes cómicos del cine, no tanto del mudo como del sonoro.
Sorprendentemente (o no tanto, por lo que acabo de decir), la primera serie de animación sobre Charles Chaplin (o, mejor dicho, sobre Charlot) data de 2011 y además no es una ficción de dibujos animados convencionales, sino en 3 D. Se trata de “Chaplin & Co”, una animación franco-india con 104 episodios de 7 minutos producida por la Method Animation, Mk2 y DQ Entertainment. Se estrenó en Francia, por el canal France, el 31 de diciembre de 2011 y más de 62 países compraron sus derechos de emisión.
Respecto a Keaton y Lloyd, no conozco ninguna producción de dibujos animados sobre ellos, aunque en 2017 Cinesite Studios anunció su asociación con Harold Lloyd Estate y Aniventure Limited para adaptar sus películas en una serie de largometrajes animados, pero me temo que el proyecto no llegó a materializarse, porque no volví a oír nada del asunto.
Aun así, las grandes productoras de películas o series de animación se inspiran a veces en los eternos payasos del cine mudo para reflejar la expresividad de sus personajes en escenas mudas. Es el caso, por ejemplo, de la película “Wall-e” (subtitulada en España “Batallón de limpieza”), una producción de Walt Disney y Pixar estrenada en 2008 y realizada casi íntegramente por ordenador. Los creativos de Pixar veían las películas de Keaton, Chaplin y Lloyd todos los días, en una rutina que duró casi un año, para estudiar cómo se comunicaban con el cuerpo sin necesidad de cambiar de expresión.
Como decía más arriba, las series de animación que han rescatado a algunos de los grandes cómicos del cine estadounidense se han centrado en los payasos que hablaban. El fenómeno empezó a mediados de los años 60 del siglo pasado, cuando las productoras se dieron cuenta de que las series animadas de superhéroes parecían perder tirón, como ya había sucedido diez años antes con los cómics de superhéroes, cuyas ventas comenzaron a descender. El remedio fue diversificar la oferta y apostar por las producciones basadas en las aventuras de algunos de los grandes cómicos de Hollywood. En los 50 empezaron a editarse cómics sobre ellos y en los 60, se realizaron varias series animadas. En solo tres años –1965, 1966 y 1967– se estrenaron tres que recreaban, respectivamente, las aventuras de “The Stooges” (“Los Tres Chiflados”), “Laurel y Hardy” (“El Gordo y el Flaco”), y “Abbott y Costello”. En 1970 apareció otra sobre Jerry Lewis. A todas ellas hay que sumar la realizada sobre Cantinflas en México a partir de 1972, que, adaptada a la idiosincrasia “yankee”, desembarcó en los EEUU en 1982.
“Los Tres Chiflados”
“The Three Stooges” (“Los Tres Chiflados”) fue un grupo cómico estadounidense que estuvo activo entre 1922 y 1971, primero en las tablas y luego en el cine. Los dos primeros chiflados fueron Moe Howard y Larry Fine, mientras que el tercero estuvo interpretado sucesivamente por Shemp Howard, Curly Howard, Joe Besser y Joe DeRita, aunque el público recuerda especialmente a Curly Howard.
Protagonizaron 140 cortos de unos 16 minutos para la Columbia Pictures entre 1934 y 1958, los cuales pasaron luego a la televisión, haciendo famosos a sus protagonistas entre las generaciones posteriores a la II Guerra Mundial. Prueba de esta superviviencia de su popularidad es que en 2012 los hermanos Farrelly dirigieron una película sobre ellos protagonizada por Chris Diamantopoulos, Sean Hayes y Will Sasso.
En 1965, Cambria Studios produjo la serie de animación “The New Three Stooges” (“Los Nuevos Tres Chiflados”) que se emitió en la televisión estadounidense durante la temporada 1965-1966. Fueron 156 episodios que mezclaban otros tantos cortos de dibujos animados con 40 secuencias de acción real. Estas abrían y cerraban los cortos animados, de modo que un solo segmento de acción real acompañaba a cuatro dibujos animados distintos. El elenco estaba formado por Moe Howard, Larry Fine y Joe DeRita, que protagonizaban las secuencias de acción real y ponían las voces a sus personajes dibujados. La serie fue creada por Norman Maurer –yerno de Moe Howard y agente cinematográfico del trío durante esos años– y Dick Brown, y dirigida por Edward Bernds. Los animadores fueron Kay Wright, Bob Maxfield y Chic Otterstrom.
En 1977 se estrenó una nueva serie basada en los “Tres Chiflados” y titulada “The Robonic Stooges” (“Los Chiflados robóticos”). Presentaba al trío en nuevos roles como torpes superhéroes “cyborg” que luchaban contra el crimen. Fue desarrollada otra vez por Norman Maurer y producida por Hanna-Barbera. Se emitió por la CBS entre el 10 de septiembre de 1977 y el 18 de marzo de 1978.
Dado que todos los tres chiflados originales habían muerto ya, se usaron otros actores de voz para personificarlos, en su mayoría veteranos de otras producciones de Hanna-Barbera. Paul Winchell puso la voz de Moe, Joe Baker a Larry y Frank Welker a Curly.
“El Gordo y el Flaco”
“Laurel y Hardy” (“El Gordo y el Flaco”) es, probablemente, el dúo cómico más perfecto de la historia. Estaba formado por el británico Stan Laurel y el estadounidense Oliver Hardy, que se iniciaron en el cine mudo en los años 20. Laurel era el genio creativo de los dos, el que pensaba los gags y la puesta en escena. Tras pasar con éxito al sonoro, prolongaron su carrera hasta mediados del siglo XX. Filmaron juntos más de cien películas y casi 300 cortos.
El dúo dio lugar en 1966 a una serie animada de televisión titulada “Laurel and Hardy” y producida por Hanna-Barbera y Larry Harmon, que había adquirido los derechos de imagen de la pareja. Emitida originariamente por la NBC hasta 1967, se componía de 156 cortos de 5 minutos. Estuvo en el aire solo una temporada. Dado que el Gordo y el Flaco ya habían fallecido en el momento de lanzarse la serie, el propio Larry Harmon y Jim MacGeorge pusieron las voces a los personajes.
“Abbott y Costello”
“Abbott y Costello” fue un dúo cómico estadounidense compuesto por Bud Abbott y Lou Costello. Hicieron 36 películas entre 1940 y 1956, además de triunfar también en el teatro, la radio y la televisión. Formaron el equipo cómico más popular en EEUU durante los años 40.
“The Abbott and Costello Cartoon Show” fue una serie animada estadounidense de media hora protagonizada por el famoso dúo que se emitió desde el 9 de septiembre de 1967 hasta el 1 de junio de 1968. La serie fue sindicada por Gold Key Entertainment y King World Productions. Las caricaturas fueron creadas conjuntamente por Hanna-Barbera, RKO General y Jomar Productions. Cada uno de los 39 episodios, que aprovechaban los chistes típicos de la pareja, estaba compuesto por cuatro cortos independientes de cinco minutos. Abbott aportó la voz de su propio personaje, pero Costello había muerto en 1959, por lo que su dibujo fue interpretado por Stan Irwin.
Jerry Lewis
Jerry Lewis desarrolló una exitosa carrera en la comedia cinematográfica como director y actor durante los años 60 y 70, con títulos como “The nutty profesor” (“El profesor chiflado”, 1963) o “Which way to the front?” (“¿Dónde está el frente?”, 1970). Pero antes ya había alcanzado la fama como miembro de un dúo cómico con Dean Martin. Con él rodó 16 películas entre 1949 y 1966, con títulos memorables como “Artists and models” (“Cómicos en París”, 1955) o “Hollywood or Bust” (“Loco por Anita”, 1956), las dos de Frank Tashlin.
En 1970 se estrenó en la televisión estadounidense la serie de dibujos animados “Will the Real Jerry Lewis Please Sit Down?” (“¿Se sentará, por favor, el verdadero Jerry Lewis?”), protagonizada por el cómico y basada en personajes de su película de 1965 “The Family Jewels” (“Las Joyas de la familia”). El título era una variante de la pregunta decisiva del famoso concurso de la televisión estadounidense “To Tell the Truht” (“Decir la verdad”): “¿Se pondrá de pie, por favor, el verdadero…?”. Producida por Filmation, la serie estaba compuesta por 18 episodios y fue emitida durante dos temporadas, desde el 12 de septiembre de 1970 al 2 de septiembre de 1972. Sus creadores fueron Lou Scheimer y Norm Prescott, y el director, Hal Sutherland. Aunque Lewis contribuyó a algunos de los guiones, no puso voz a su personaje, que fue interpretado por David Lander.
Cantinflas
Mario Moreno Reyes fue mundialmente famoso gracias a su intepretación de Cantinflas (“el Charlot mexicano”), elevado a símbolo nacional de México. Aunque hizo dos incursiones en Hollywood y llegó a ganar un Globo de Oro al mejor actor por la primera, “La vuelta al mundo en ochenta días”), la dificultad de traducir sus juegos de palabras al inglés hizo que acabara centrándose en el cine mexicano.
Cantinflas tuvo también su propia serie de animación, “Cantinflas Show”, producida por Televisa, creada por el propio Mario Moreno y realizada por el animador español José Luis Moro, creador de la popular “Familia Telerín”. La voz del personaje fue realizada por el mismo Cantinflas.
La serie se emitió entre 1972 y 1982, y se componía de 52 episodios de cinco a siete minutos. En ellos, Cantinflas viaja por el mundo y el tiempo, encontrándose con personajes históricos, tanto reales como míticos, como Sansón y Dalila, Fausto, Albert Einstein o Thomas Alva Edison. Su objetivo era educar y entretener al público infantil con temas como la mitología, la historia y la ciencia.
En 1982, Hanna-Barbera adaptó la serie y la renombró “Amigo and Friends” (“Cantinflas y sus amigos” en Hispanoamérica). El personaje Amigo está basado en Cantinflas, que le puso la voz en español, mientras que en inglés lo hizo Don Messick.
La serie, que se emitió hasta 1984, tenía la misma intención didáctica que la anterior. Cantinflas sigue sus aventuras educativas a través del tiempo y el espacio y llega a visitar a Shakespeare, a ver las pirámides de Egipto e incluso a viajar a otros planetas.
El juego del calamar